domingo, 7 de mayo de 2023

UN CUADRO


-Venía a comprar un cuadro para decorar mi despacho.
-Pase, por favor, pero no se aproxime a mí porque estoy un poco enferma.
-¿Qué tiene?
-Un catarro
-Me refiero a los cuadros.
-Aquí tengo los abstractos, aquí los paisajes y aquí los bodegones.
-¿Cuál es la diferencia?
-Unos son más figurativos que otros.
-¿Con cuál se quedaría usted?
-Yo ya tengo mi propio cuadro, con la tos, la fiebre y los mocos.
-No lo veo colgado en la pared.
-Claro que no. Es el cuadro que me ha diagnosticado mi médico.
-A mí me gustaría colgarlo.
-Hombre, no se ponga así. Él no tiene la culpa de que me haya puesto enferma.
-Me llevaré este, que parece estar hecho en tres dimensiones.
-Está hecho en tres dimensiones porque es un extintor. Y no está en venta.
-Pues este otro tan curioso, con esos numeritos y esos símbolos.
-Eso es el termostato del aire acondicionado. Y tampoco está en venta.
-En ese caso, me llevaré su cuadro de tos, fiebre y mocos.
-¿Y cómo va a hacer eso, si puede saberse?
-Voy a besarla a usted en la boca.
-Puede hacer lo que le plazca, pero le advierto que se llevará el cuadro en su cuerpo y tendrá usted que colgarse en la pared para poder verlo.
-No podré verlo si estoy colgado en la pared.
-Salvo que ponga un espejo en la pared de enfrente.
-Eso sí, pero entonces no podré atender mis asuntos.
-Podrá hacerlo, porque sus manos estarán libres, solo que estará usted colgado en la pared.
-No es mala idea, así me ahorro la mesa y la silla.
-Y el ir y venir.
-Quizá tenga una vida un poco estática.
-Puede ser, pero también muy sostenible.
-Eso dependerá del taco que use para colgarme de la pared. Yo creo que uno del 10 será lo suficientemente sostenible.
-Yo también. Béseme.

 
 


lunes, 17 de diciembre de 2012

Un padre


-Demos la bienvenida, queridos televidentes, a nuestro siguiente invitado.
-Buenas noches.
-Hola, cuéntanos tu caso.
-Vengo a conocer a mi hijo.
-Excelente decisión. Le felicito.
-Ahórrese los cumplidos. No tengo todo el día.
-Ya, esto, y dígame. ¿Cree que su hijo lo aceptará como padre?
-No estoy seguro de haber sido un buen padre.
-¿Por qué no?
-Rapté a su hermana y me peleé contra él.
-¿Cómo?
-Traté de que pasara al lado oscuro y lo perseguí con mi nave espacial.
-¿Qué?
-Ya me ha oído.
-No parecen actos de un buen padre, no.
-Ahórrese los comentarios o aténgase a las consecuencias.
-Óigame, no le consiento que me amenace delante de mi público.
-Fffffffffffffffff.
-Ah, oh, no puedo respirar. Me falta el oxígeno.
-Fffffffffffffffff.
-Basta, por favor.
-Está bien, pero no vuelva a tocarme las gónadas.
-¿Qué me ha hecho?
-Olvídelo. Es un viejo truco Jedi.
-¿Un qué?
-Tráigame a mi hijo.
-Muy bien, está al otro lado de esta pantalla.
-Excelente.
-Pero quizá quiera usted desprenderse primero de ese casco que lleva.
-No pienso hacerlo.
-¿Por qué no? No puede recibir a su hijo así.
-Si me quito el casco pierdo esta voz de puta madre que me gasto.
-Bueno, usted verá. Aquí está su hijo. Dígale lo que ha venido a decirle.
-Luke. Soy tu padre. Estoy ya muy mayor. En la Estrella de la muerte no pinto nada. Quiero pasar 6 meses en tu casa y otros 5 en casa de Leia. El mes que queda me lo reservo para irme de vacaciones con el Inserso de las Galaxias. Si te parece bien, vale, y si no te hago un Ffffffffffffffffff.

lunes, 17 de septiembre de 2012

Un suelo

-¿Tiene jamón serrano del bueno?
-Por supuesto.
-¿Me lo puede cortar a filetes?
-Claro que sí, ¿cuánto necesita?
-Póngame ciento veinticinco metros cuadrados…
-¿Cómo?
-O mejor ciento treinta, no vaya a hacer corto.
-No le entiendo.
-No hay nada que entender. Usted vaya cortando y cuando tenga ciento treinta metros cuadrados en filetes, me dice qué le debo y se lo pago.
-Pero es que el jamón se mide en gramos o en kilos, no en metros cuadrados.
-Eso lo hará quien lo compre para comérselo.
-¿Usted no lo quiere para comérselo?
-No, no, en absoluto. Yo soy vegetariano.
-Entonces, ¿para qué lo quiere?
-Voy a forrar todo el suelo de casa de jamón serrano.
-¿Va usted a qué?
-Ya me ha oído. Es una carne muy aislante, muy cómoda para pisar y además deja un delicioso aroma en la casa.
-No puede ser.
-Claro que puede ser, su tienda ya huele más o menos así.
-No puede poner el jamón en el suelo.
-¿Por qué no?
-Es un alimento.
-Lo que no se puede poner es un jamón sin cortar porque se tropieza uno y es muy incómodo, pero si está cortado en filetes no hay ningún problema.
-¿No?
-No, es plano y mullido. Una gozada.
-Pero, pero se le acabará pudriendo.
-Eso sí. Hay que cambiar el suelo cada semana.
-¿Y no sería mejor que se pusiera tarima flotante o pergo?
-Puede ser, pero si hiciera semejante cosa no necesitaría venir a comprar jamón serrano cada semana, ¿es eso lo que a usted le conviene? Piénselo.
-Vale. ¿Se lo corto fino?

jueves, 19 de julio de 2012

Un menú


-Hola, bienvenido a Burger Bax, ¿qué desea?
-Un menú.
-¿Bax normal, Bax súper, o Bax maxy?
-Pues no sé. Bax maxy.
-Muy bien. ¿Con Bax Burguer de pollo, Bax Burguer de pollo con carne o Bax Burguer de carne sin pollo?
-No, yo lo quiero que tenga max carne que pollo.
-Tamaño Bax Premium, Bax Standard o Bax Light
-Joé, pues no sé. Bax Premium, por ejemplo.
-Vale, de complemento tenemos patatas, ensalada o salsa.
-Patatas, por favor.
-Muy bien, ¿Grand Bax luxe, Medium Bax luxe o Mini Bax luxe?
-Más bien Luxe
-¿Qué luxe?
-Cualquier luxe.
-Le repito, ¿Grand Bax luxe, Medium Bax luxe o Mini Bax luxe?
-Medium luxe, por flavox.
-Vale, de bebida tiene cerveza, refresco o agua.
-Verceza
-Muy bien, ¿Bax mix pint, mix Bax half pint o mix mix half half Bax pint?
-Half, half, half.
-Le repito: Bax mix pint, mix Bax half pint o mix mix half half Bax pint.
-Mix Bax pint, for pavor.
-Eso no existe.
-Pues Bax Bax flop
-Eso menos.
-Flux, flux, arg, o sea, irg.
-Le pondré una mix Bax half pint con pajita.
-Exo mixmo.
-De postre tiene helado, fruta o yogur líquido.
-Goyur.
-Muy bien, ¿Ice Bax Crunch, Ice Bax Lunch o Ice Bax Flunch?
-Mlunch flum foc.
-De qué sabor, tenemos White Cream Bax Soft, Black cream Bax Hard, Soft Cream Bax Smooth y Smooth Cream Bax Yellow.
-Crash Ming Box
-¿Pagará con tarjeta o en efectivo?
-Frush Plack
-Muy bien, gracias por su visita.
-Ang Clux poi poi.
-Lo mismo le deseo. Buen provecho.

jueves, 14 de junio de 2012

Una puerta


-Éste es el robot aspirador, ¿qué les parece?
-Muy majo, sí.
-Y muy inteligente. No sólo aspira por todos los rincones, sino que cuando percibe que tiene poca batería vuelve a la base para recargarse.
-¿Y si se le putea?
-¿Perdone?
-Sí, ¿qué pasa si se le putea un poco?
-No le entiendo.
-Por ejemplo, si se le cierra la puerta del cuarto donde tiene la base, ¿sabe abrirla?
-Pues no, supongo que no.
-Entonces no es tan inteligente.
-Le aseguro que está programado para detectar y sortear todo tipo de obstáculos. Es bastante inteligente.
-¿Cómo va a ser bastante inteligente si ni siquiera sabe abrir una puerta?
-Hombre.
-A ver, respóndame con sinceridad. ¿A usted le parece muy difícil abrir una puerta?
-Sí, si se carece de brazos y manos.
-No plantee condicionantes innecesarios, se lo ruego. ¿Le parece difícil o no?
-Es muy fácil.
-¿Y el robot sabe hacerlo?
-Escuche, por favor.
-Responda.
-No.
-Está diciéndome que su inteligente robot no sabe hacer algo que usted mismo considera muy fácil, ¿no es así?
-Pues sí, supongo que sí.
-De lo que se concluye que… vamos, dígalo.
-Que el robot es tonto del culo.
-Exacto.
-Entonces, ¿no le interesa?
-No, no al contrario. Me lo llevo.
-Pero si acabamos de concluir que no es tan inteligente como yo le decía.
-Por eso mismo. Odio que las máquinas sean más inteligentes que yo.

miércoles, 9 de mayo de 2012

Una ira


-Dígame qué le sucede.
-Pues mire, doctor, sufro unos terribles ataques de ira incontenible.
-¿Desde hace mucho?
-Y a usted qué cojones le importa si hace mucho o poco, baboso imbécil, preguntón de mierda.
-¿Ha sido eso uno de sus ataques de ira incontenible?
-No, simplemente me ha molestado su pregunta.
-Ah.
-Necesito ayuda.
-No se preocupe. ¿Es la primera vez que visita a un psiquiatra?
-Y eso qué coño tiene que ver con mi caso, grandísimo gilipollas, estúpido cabezón.
-Oiga, no le consiento que me trate así…
-Discúlpeme, pero ahora sí que era un ataque de ira incontenible.
-¿Ahora sí?
-Así es. Vienen y van sin avisar.
-Tiene que ser muy difícil vivir con usted.
-Eso tiene gracia. Vengo a pedirle ayuda y tengo que escuchar sus malditos reproches. Cierre el pico y métase los reproches por el culo, asqueroso matasanos.
-Tranquilícese, por favor, le voy a inyectar un calmante.
-No me hace falta. Ahora no era un ataque de ira.
-¿No?
-No, simplemente me han molestado sus palabras.
-Ya. Hábleme de su infancia.
-De mi infancia te va a hablar tu puta madre, chismoso tontolaba.
-¿Es uno de sus ataques?
-Sí.
-En ese caso puede seguir.
-Hijoputa, engañabobos, ¿te he preguntado algo yo a ti? Pues déjame en paz y vete a la mierda.
-¿Ya está mejor?
-Sí.
-Vale, pues tendré que verle dos veces por semana durante un mínimo de un año. Cada sesión le costará 150 Eur. ¿Le parece bien?
-¿Qué si me parece bien? Le voy a contestar lo que me parece…

miércoles, 25 de abril de 2012

Un presente


-Buenos días, estoy interesado en adquirir una bicicleta estática.
-Aquí las tengo, ¿qué le parecen?
-No tienen ruedas.
-Claro, por eso son estáticas.
-¿Entonces no avanzan?
-Por supuesto que no. No avanzan ni retroceden en el espacio.
-¿Y en el tiempo?
-¿Cómo?
-Quizá avancen y retrocedan en el tiempo.
-Puede ser, depende de su imaginación.
-¿De mi imaginación?
-Eso es. ¿La tiene dinámica o estática?
-Yo diría que dinámica.
-En ese caso no tendrá ninguna dificultad para pedalear por el tiempo.
-¿Y adónde podría ir?
-Pues no sé, puede volver a su infancia.
-No quiero ir allí. Fui un niño bastante desgraciado.
-Diríjase entonces hacia su jubilación.
-No creo que sea buena idea, con lo gordo que estoy seguro que no puedo comer de nada y estoy postrado en la cama sin poder moverme.
-Haga entonces ejercicio, así perderá peso.
-¿Y cómo voy a hacer eso con una bicicleta sin ruedas?
-Dándole a los pedales.
-Pero no iré a ninguna parte.
-Quédese en el presente.
-Ya estoy en el presente, para eso no necesito una bicicleta estática.
-Quizá sea mejor entonces que adquiera una bicicleta con ruedas.
-¿Y adónde cree usted que podría ir?
-Pues, por ejemplo, a una tienda donde las vendan.

miércoles, 11 de abril de 2012

Una cama

-Venía a ingresarme.
-¿Cómo dice?
-Estoy enfermo y quiero que me den una cama.
-Ya, pero es que ha entrado usted en una tienda de muebles.
-¿Y dónde quiere que vaya a buscar una cama? ¿A la frutería de aquí al lado?
-De acuerdo. ¿Qué le parece ésta?
-No sé, bien. Ingréseme en una que esté libre.
-Todas están libres.
-Jamás había visto un hospital con todas sus camas libres.
-Le repito que esto es una tienda de muebles.
-Y yo le repito que necesito una cama. Ésta servirá. ¿Dónde está el armario para dejar mis cosas?
-Los armarios los tenemos en la planta baja.
-¿No los ponen junto a las camas?
-No.
-Qué incómodo.
-¿Dónde le llevamos la cama?
-Pues no sé, a la sala de rayos equis, a ecografías, al quirófano…
-Me refiero a su domicilio.
-¿Van a llevar la cama hasta mi casa?
-Siempre lo hacemos así.
-Pero mi casa no es un hospital.
-Ni esto tampoco. ¿Prefiere que la cama sea de matrimonio?
-¿Qué pretende? ¿Meter a otro enfermo en la misma cama que yo?
-Tan sólo me preguntaba si dormía usted solo o con su mujer.
-Mi mujer no está enferma. No necesita ser hospitalizada.
-Usted sí, pero no en esta planta.
-¿En cuál entonces? ¿En la planta baja junto con los armarios?
-Preferiblemente dentro de uno de ellos y bien cerrado con llave, sí.

martes, 27 de marzo de 2012

Un juego

-A mí me encanta jugar con mis hijos.
-A mí también.
-Yo, por ejemplo, juego con ellos al Monopoly, ¿y tú?
-No, yo prefiero jugar con las fichas que salen en el juego. Una vez jugué con ellos pero ocupaban toda la mesa y era prácticamente imposible saber en qué casilla del tablero estaba cada uno.
-Ya.
-¿Y al parchís? ¿Juegas con ellos al parchís?
-A veces. ¿Y tú?
-Nada, lo mismo te digo. Es ponerlos encima de la mesa y sobreviene el caos. Ocupan todo el tablero y nadie sabe en qué casilla está.
-Ya.
-Por no hablar de lo sucio que se pone todo cuando uno se tiene que comer al otro.
-Claro.
-¿Y qué me dices de hacer deporte con ellos?
-Sí, muy enriquecedor. Yo juego con ellos al baloncesto.
-¿Y cómo haces para que pasen por el aro de la canasta? Yo he tratado de jugar con ellos pero es casi imposible: no botan, sangran, pesan y se quedan atascados en el aro.
-Ajá.
-Además tienen una aerodinámica horrible.
-Eso también.
-Prefiero jugar con ellos a los bolos.
-¿Sí?
-Sí, así los tengo quietos durante un rato.
-Se lo pasan bien, ¿o qué?
-No, simplemente están quietos hasta que el niño que hace de bola los alcanza y los tira al suelo.
-Por supuesto.
-¿Y qué me dices de los video juegos?
-Sí, me gustan mucho.
-¿En serio? ¿Juegas con tus hijos?
-Sí, claro.
-¿Y dónde les enchufas los cables?

miércoles, 14 de marzo de 2012

Una fobia

-Túmbese y dígame lo que le sucede.
-He desarrollado una fobia paralizante a las partículas interrogativas.
-¿Cómo?
-¡Ah!
-Tranquilícese, ¿quiere un vaso de agua?
-Sí, por favor.
-Tenga. ¿Está mejor?
-Sí.
-Prosigamos entonces. ¿Desde cuándo le pasa?
-¡Ah!
-Beba, beba más agua. ¿Se encuentra bien?
-Sí, perdone.
-No pasa nada. ¿Seguimos?
-Venga.
-¿Cuánto tiempo duran las crisis?
-¡Ah!
-Relájese, por favor. Trataré de evitar cualquier clase de partícula interrogativa.
-Se lo agradezco.
-No es nada.
-Es que no puedo evitarlo. Me sucede lo mismo desde que era un niño y vivía en Hafnarfjorour.
-¿Dónde?
-¡Ah!
-En Harfnarfjorour, cerca de Reykjavik, en Islandia.
-¿Cómo se escribe?
-¡Ah! Hache, a, erre, efe, ene…
-¿Qué?
-¡Ah!
-¿Cómo va a ir una efe junto a una ene?
-¡Ah!
-¿Qué le sucede?
-¡Oh!
-¿Por qué se lleva las manos al cuello?
-¡Uh!
-Enfermera, ¿dónde está? ¿Por qué no responde? ¿Qué está haciendo? ¿Cómo es posible que no venga? ¿Para qué le pago el sueldo? ¿Quién se cree que es?
-Plof.
-Pobre hombre, se ha derrumbado. ¿Por qué dios mío? ¿Por qué?