martes, 5 de julio de 2011

Una rareza

-Está usted muy callado.
-Es que soy mudo.
-Ah, perdone.
-…
-No, espere. ¿Cómo va a ser mudo si me acaba de responder?
-No, yo no he dicho nada. Ya le comento que soy mudo y tal.
-No lo entiendo.
-¿No sabe lo que es un mudo? Y no me responda que una paded, por favor.
-Sí, sé lo que es un mudo, pero usted habla.
-Hablo pero soy mudo. Es una rareza.
-¿Cómo que una rareza?
-Las hay peores. Tengo un familiar que sólo se expresa mediante sonidos provocados con el sobaco.
-No es posible.
-Sí, sí, mire. Yo también soy muy hábil haciendo cantar el sobaco. ¿Reconoce esta melodía?
-No, no…
-Era la novena sinfonía de Beethoven.
-Que no…
-Que sí, el segundo movimiento.
-Que no es eso. No es eso. Me refiero a que no es posible que usted sea mudo y hable.
-¿Por qué no? Otro familiar mío es cojo y corre los Sanfermines.
-¿Cómo va a correr los Sanfermines un cojo?
-Pues tirando calle Estafeta para adelante, como todo el mundo.
-Que no…
-Que sí, sale de Mercaderes y ya enfila hacia la calle Estafeta.
-Que no puede ser, hostias.
-No sea malhablado.
-Prefiero ser malhablado que mudo.
-No diga tonterías. Si fuera mudo no podría ser malhablado.
-¿Cómo que no? Usted mismo es mudo y habla.
-Pero nunca digo palabras malsonantes.
-Eso habría que verlo.
-Querrá decir oírlo. Las palabras no pueden verse.
-Pues en ese caso no tengo nada que hacer.
-¿Por qué no?
-Porque soy sordo de nacimiento.

6 comentarios:

  1. Es genial esta rareza.
    Yo no soy muda. Unas veces hablo y otras no y no corro los Sanfermines porque mi sobaco tiene muy mal oído.

    ResponderEliminar
  2. Sí que es genial. Voy corriendo por mi pata de palo para correr los sanfermines.

    ResponderEliminar
  3. Entre sordos, mudos y cojos, aquí el que no corre, vuela.
    Rarezas cotidianas de un país donde nadie escucha y donde nadie oye.
    Suerte en los Sanfermines y que a nadie pille el toro.

    Ha sido una suerte encontrar tu blog. Tras haberte leído con interés en uno de tus libros, ha sido una muy agradable sorpresa.
    Un saludo afectuoso.

    ResponderEliminar
  4. Son geniales estas rarezas, cada uno tiene las suyas. Sin ir más lejos (ni más cerca), yo soy un fumador poco constante además de un ciudadano poco cívico.
    Por cierto, muy bueno lo de Federico. Nosotros, sin embargo, tenemos fe en la correcta distribución de la comida.
    La Federación.

    ResponderEliminar
  5. EXCELENTE FINAL Y TODO MUY BUENA

    ResponderEliminar
  6. Hombre Sr. Berges, no me negará usted que de sobra es sabido que hay muchíííísima gente muy habilidosa en eso de hacer cantar a su sobaco.

    ResponderEliminar