martes, 24 de enero de 2012

Un pase

-Corre, desmárcate que te la paso.
-…
-Pero, ¿por qué no has rematado?
-¿Me dice a mí?
-Claro que te digo a ti. Estabas desmarcado y te he puesto el balón en los pies. ¿Por qué no has rematado?
-Pero, ¿cómo iba a rematar?
-Con el pie, joder. Sólo con que hubieras puesto la pierna, el balón habría entrado en la portería. No entiendo cómo has desperdiciado una ocasión tan clara de gol.
-Quizá influya algo el hecho de que soy el árbitro.
-No empecemos con excusas facilonas, por favor.
-¡Cómo que excusas facilonas! Los árbitros no podemos rematar.
-¿Por qué no? ¿Sois cojos?
-No somos cojos pero no participamos en el juego.
-Pues bien desmarcado que estabas, ahí al borde del área pequeña.
-No estaba desmarcado. Estaba siguiendo la jugada.
-Por eso mismo que seguías la jugada. ¿Qué te costaba haber rematado?
-Si lo hubiera hecho tendría que haberme expulsado.
-¿Por qué?
-Porque no se puede marcar gol a propósito si no perteneces al equipo atacante.
-Pues haberte expulsado.
-En ese caso el partido se habría quedado sin árbitro.
-¿Y qué más da? Si para una ocasión clara de gol que tienes, la dejas escapar…
-Si el partido se quedara sin árbitro no tendría fin.
-¿Cómo?
-No habría nadie para dar el pitido final.
-Hostias.
-El juego se eternizaría. La noche caería sobre el estadio.
-Es probable que los jugadores también cayeran sobre el estadio.
-Seguro que sí. ¿Lo entiende ahora?
-Sí, perdona.
-Pues, hala, tenga la tarjeta roja que se merece y váyase al vestuario.
-¿Tarjeta roja? ¿Por qué?
-Por tratar de jugar con el árbitro.
-Pero es que estabas desmarcado, tío.

1 comentario:

  1. Me encanta lo de "no empecemos con excusas facilonas, por favor". Te he leído en el recreo y me estaba dando la risa floja. Me reía tanto, que los de alrededor se han acercado a ver de qué me reía y he tenido que leerles a carcajadas varios "piramientos". Nos has alegrado la mañana, Joaquín.
    Un abrazo y gracias por las risas.

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